¡Hola, soy Thaís Bueno!

Mentora de Orientación Profesional y Consultora de Emprendimiento Social

Soy una profesional multifacética, con experiencia en Recursos Humanos, Marketing, Gestión de Proyectos y Operaciones, y formación en Administración de Empresas, Cooperación Internacional, Coaching y Emprendimiento Femenino, he trabajado en posiciones estratégicas en multinacionales, startups y ONGs en 4 países.

A lo largo de los años, me he reinventado profesionalmente 5 veces, buscando mi verdadero camino profesional. Desde 2018 trabajo con profesionales y empresas que buscan dejar una huella positiva a través de sus actividades.

Mi amplia y diversa experiencia profesional me ha permitido adquirir habilidades y conocimientos valiosos que ahora pongo a disposición de mis clientes para ayudarles a alcanzar sus objetivos de manera efectiva.

Mis Sueños

Desde mi infancia en una pequeña ciudad de Brasil, siempre tuve grandes sueños y aspiraciones. Quería vivir una vida llena de posibilidades y aventuras, lejos de las limitaciones económicas que tenía en mi casa.

Podemos decir que era una chica muy ambiciosa. Mis primeras experiencias laborales y emprendedoras surgieron a una edad temprana, siempre buscando mi independencia financiera y el cumplimiento de mis objetivos.

Quizás, esta ambición contribuyó a la elección de mi carrera. Elegí ADE porque la consideraba una profesión versátil y que me podría permitir buscar una carrera internacional y exitosa.

A mis 21 años me vi trabajando en el trabajo de mis sueños, con un sueldo más alto de lo que podría haberme imaginado, en una multinacional en Panamá. Me sentí contenta y motivada.

Por un corto período de tiempo…

Ya al final de mi primer año empecé a sentir una desconexión, una sensación de estar viviendo en una burbuja y sin un propósito. Y aunque estuviera muy agradecida del trabajo que tenía, de los grandes profesionales que me rodeaban y de las oportunidades que la vida me había ofrecido, empecé a sentir un vacío muy grande. Además, me sentía culpable por no estar satisfecha.

Y es por eso empecé la búsqueda por mi propósito.

Confieso que me obsesioné con el tema. No era algo tan hablado como actualmente. Habían pocos libros, no conocía a nadie quien se dedicaba a ayudar personas perdidas como yo a encontrarlo, ni me sentía comprendida y apoyada por mi entorno cercano. Todos parecían estar felices o conformes con sus vidas. Y a mis padres les parecía absurda la idea de dejar un trabajo tan estable para salir por el mundo en búsqueda de un sentido para mi vida.

Sabía que no me quedaría toda la vida allí, así que me fui preparando para cuando llegase el momento, ahorrando y trabajando mis miedos. Cuando toda mi angustia empezó a somatizarse en mi cuerpo me di cuenta que, aun sin tener total claridad, necesitaba un cambio.

Ojalá alguien me hubiera guiado en ese momento, porque tuve que dar casi la vuelta al mundo, hacer un máster y decenas de cursos, formaciones, retiros, lecturas y gastar casi todos mis ahorros para darme cuenta qué era el tal del propósito y cuál era el mío.

La reconexión con la motivación que me caracterizaba se dio cuando me reconecté con mi esencia. Al entender quién era, cómo era y que quería realmente para mi vida, dejé de soñar el sueño de otros y empecé a dar los pasos para acercarme a la vida que realmente quería para mí.

Entendí que el trabajo era sí muy importante, pero que valoraba mucho otras áreas de mi vida y necesitaba encontrar un mayor equilibrio entre ellas. También entendí que cada ser humano posee una serie de habilidades y talentos que, si puestos a servicio de los demás, nos ayuda a vivir una vida mucho más satisfactoria y plena.

Después de haber encontrado ese equilibrio en un trabajo que me encantaba y en el cuál estuve casi 5 años, me di cuenta que quería seguir creciendo, generando impacto de forma más directa y ganando más autonomía en la gestión de mi tiempo.

Sólo que nada de lo que veía en LinkedIn me llamaba la atención.

Y lo curioso es que había apoyado a centenas de emprendedores sociales hasta entonces, pero creía que el emprendimiento no era para mí.

Después de un proceso de coaching, me liberé de las creencias que me estaban limitando y me di cuenta que el emprendimiento era el camino que estaba buscando.

Al plantearme sobre qué me gustaría emprender, puse en práctica la metodología que hoy comparto con mis clientes y entendí que quería apoyar a otras personas a recorrer este proceso de definición de su próximo paso profesional con mucha más facilidad, comprensión, apoyo y, por qué no, disfrute.

Porque todos nos merecemos vivir una vida auténtica, próspera y significativa.

¡Y estoy aquí para ayudarte a escribir ese próximo capítulo de tu historia!